sábado, 26 de enero de 2008

¿Es posible recuperar datos sobreescritos?

Todos sabemos que “borrar” un fichero no equivale a eliminarlo, pero eso sólo es cierto si no se escribe de nuevo sobre los datos “borrados”. Si se escriben nuevos datos, el sentido común y una leve idea de cómo funciona el magnetismo, nos llevan a pensar que no puede recuperarse el magnetismo desaparecido.

Sin embargo circula una especie de leyenda urbana que insiste en la permanencia de cierto magnetismo “residual”, que si se cuenta con medios suficientes podría permitir recuperar los datos originales que existían previamente a los que se escribieron encima. La idea se basa en que las cabezas de lectura y escritura no caen nunca sobre el mismo sitio exacto, por lo que mediante microscopía electrónica podría encontrarse cierta “sombra” del sector escrito previamente…

Como casi cualquier leyenda, ésta tiene cierta base de realidad y se apoya en los trabajos de Peter Gutmann, un profesor neozelandés que en 1996 publicó un trabajo sosteniendo tales afirmaciones. Sin embargo, los defensores actuales de la idea olvidan el hecho de que Gutmann trabajó sobre unidades de disco cuya capacidad máxima era de 130 MB (los populares Winchester de IBM). En la actualidad el tamaño y la distancia entre las pistas se han reducido en varios órdenes de magnitud, lo que imposibilitaría la recuperación de cualquier atisbo de datos residuales.